Entradas

El cartel de Semana Santa de Sevilla 2024

Imagen
  Sé que hay muchas razones para no escribir un artículo dando mi opinión sobre el cartel que ha creado el artista Salustiano García para la Semana Santa de Sevilla 2024. Pero sobre todo hay tres que, si fuera prudente, me obligarían a dejar de pulsar en este mismo instante las teclas del ordenador: desconozco por completo la obra de Salustiano, no tengo conocimientos de arte ni para realizar un análisis superficial del cartel, y por último, mi tradición protestante hace que me quede lejano todo eso de cofradías, hermandades, procesiones, imágenes, el paño del Cristo de la expiación, o las potencias del Cristo del Amor. Sin embargo, me tomo la libertad de hacerlo, porque como dijo el propio Salustiano en la presentación del cartel: «una obra no necesita ser explicada, debe hablar por sí misma», y a mí la obra de este artista me evoca varias cosas.

Where hope is born

Imagen
  In the darkness of nothingness, where cold makes those who do not exist tremble, hope is born. Where there is no path, except the one where wild animals once roamed, the need arises to blaze a new trail. When there is nothing to lose, when there is no shelter to take refuge in, salvation can be present. Only after the limits of reality imposed by those who possess strength, power and truth, the Messiah breaks in. Where nobody expects it, where it is impossible, in the place no one ever imagined. At the end of all, God approaches women and men who want a decent life.

Ahora que las evangélicas ya somos una Religión

Imagen
  Las evangélicas españolas —ahora que somos plurinacionales— llevábamos unos años a punto de que, a quienes les hemos otorgado el honor de que nos pongan un nombre que nos dignifique —me refiero a políticos, medios de comunicación, poderes económicos y demás mandamases— nos dejaran de llamar secta y nos reconocieran como Religión —en mayúsculas para que quede claro que no somos de esas que no tienen notorio arraigo en suelo español—. Y en este 2023 por fin lo hemos conseguido. Algunes evangéliques creen que en realidad ocurrió mucho antes, concretamente en 2016, cuando Santiago Abascal bendijo a los pastores evangélicos de España asistiendo a uno de sus Desayunos de Oración anual para, según uno de sus tuits, «defender las raíces cristianas» — imagino que de España—. Pero no, por aquel entonces el ultraderechista Abascal era solo un visionario, y a nosotras todavía nos faltaba lo que hay que tener para ser una Religión respetable: alguna posibilidad de influencia, por remota que es

Frente a la amenaza Voxpopular

Imagen
  Hoy, mientras tomaba el café de la mañana viendo las noticias, me he enterado de que el Partido Popular ha pactado con el partido de ultraderecha Vox la presidencia de la Comunidad Valenciana. En el reparto Vox se ha llevado, además de la consejería de Agricultura, las de Educación y Asuntos Sociales. Que un partido xenófobo, LGTBIQfóbico, y que pretende derogar la Ley de Violencia de Género, haya conseguido estas consejerías es una derrota para todas las que trabajamos por una sociedad más igualitaria, justa, y decente. De eso no hay duda alguna. Además, es el nodo de la película en blanco y negro que veremos los próximos cuatro años si los Voxpulares ganan las elecciones generales en España el 23 de julio.

Iglesia o madre

Imagen
  Es lamentable que haya personas que tengan que escoger entre su comunidad y su hija, y aunque suene a la trama de una lacrimógena novela de mediados del siglo veinte, esto sigue pasando hoy dentro de muchas comunidades evangélicas (ese es el nombre que usan para vergüenza del evangelio). Cuando una persona medianamente equilibrada se siente sometida a este chantaje, no hay duda ninguna, sale de esa comunidad pitando, ya sea pentecostal, bautista o católica. Las hijas se tienen para cuidarlas, para protegerlas, para que se sientan seguras y amadas, ese es el mandamiento primero de la paternidad o maternidad cristiana, musulmana, judía, agnóstica o atea. Cualquier otra reacción es no estar a la altura de la responsabilidad que asumimos cuando decidimos tener hijes.