El pasado 25 de mayo presenté mi libro El Discípulo Que[er] Jesús ∀maba en el Col·lectiu Lambda Valencia. El formato de la presentación fue una entrevista que me realizó —y por la que le estoy muy agradecido— Gonzalo Carbonell. Comparto con vosotros aquella entrevista.
El título del libro contiene dos palabras que dan respuesta a esta pregunta: Que[er] y ∀maba.
Este libro va dirigido a personas que se saben Queer, pero esta palabra no la utilizo como otra identidad similar, más moderna, o que engloba, a gay, lesbiana, trans, no binario, etc… sino para referirme —en palabras de José Esteban Muñoz (Utopía Queer) — a «esa gente que no sentimos el privilegio de la pertenencia mayoritaria, los gustos normativos, o las expectativas racionales. Esas personas que sentimos que este mundo no es suficiente, que hay algo que falta».
Digamos que entiendo lo Queer como la percepción de una insatisfacción, como la de los dos discípulos que en la primera escena del libro aparecen descontentos con los poderes político y religioso del mundo en el que viven. Pero una insatisfacción digamos que utópica, me refiero a que no se queda de brazos cruzados, sino que va en busca de ese otro mundo que desean, y es por eso que cuando Jesús aparece, no dudan en marchar tras él.
La segunda palabra es ∀maba, el amor normativo tiene unos dueños que evidentemente no somos las personas Queer. Yo no sé hablar de ese amor. La ∀ la tomo prestada de Fefa Vila y Javier Sáez, de su libro: El libro del buen ∀mor. Sexualidades raras y políticas extrañas. El Discípulo Que[er] Jesús ∀maba va dirigido a aquellas personas que no saben nada del amor normativo, que solo pueden hablar del ∀mor invertido, del divertido, del subversivo, del pervertido. Además, esa ∀ invertida conecta con otra de mis identidades, los matemáticos utilizamos ese símbolo para indicar «para todo», esas son las lectoras implícitas a las que dirijo mi libro, aquellas que entienden que el amor no es un sustantivo que poseen unos pocos, y que los dignifica, sino un verbo para todas, que solo existe cuando se expresa.
¿Qué aceptación ha tenido tu libro y tus escritos en general?
Hace casi 20 años empecé a escribir artículos que reflejaran mi experiencia, mi forma de ver el mundo como cristiano y gay. Dijo un buen amigo mío, Ferran Piñeiro, en la presentación de El Discípulo Que[er] Jesús ∀maba en Barcelona, que en mis artículos también es evidente que escribo desde mi experiencia en una familia republicana que perdió la guerra y tuvo que migrar, una familia obrera que padeció la explotación, y una familia protestante que vive en un país de mayoría católica.
Ser parte de una minoría forma parte de muchas de mis identidades. Y una de las consecuencias fue la dificultad de encontrar referentes. Siempre tenía que leer los textos bíblicos desde una mirada que no me incluía. Por eso, cuando hace 20 años me propusieron escribir en la revista Lupa Protestante, no dudé de que debía hacerlo, proponer otra lectura para quienes son excluidos de las lecturas dominantes. Una lectura que en el fondo no es más que una invitación para que mis lectoras se atrevan a releer los textos desde su propia situación vital. Nunca pensé, y nunca lo hago cuando escribo, si mis reflexiones tendrán una gran aceptación, soy consciente de que no hago teología normativa, no soy un autor cómodo para que una revista cristiana o gay publique mis artículos, una editorial cristiana o gay edite mis libros, o incluso una librería cristiana o gay los ponga a la venta… Pero también te digo, que nunca pensé que tanta gente me leería, eso es algo que me sorprendió desde el principio, miles de personas han leído los artículos que publico en mi blog, y leyeron mi primer libro: Solo un Jesús marica puede salvarnos. Espero que El Discípulo Que[er] Jesús ∀maba conecte con mucha gente que necesita lecturas no normativas del cristianismo y de lo queer.
¿Ha tenido repercusión dentro del ambiente LGTBI que no necesariamente cree en Jesús?
Hace solo unas pocas semanas que he publicado El Discípulo Que[er] Jesús ∀maba, así que todavía es pronto para responder a esta pregunta.
Es evidente que es complicado que una persona Queer a la que le incomode utilizar como reflexión —por muy Queer que sea esa reflexión— un texto bíblico, se sienta en principio interesada por leer este libro. Pero por mi experiencia esto no es algo mayoritario.
Hay algo en lo que El Discípulo Que[er] Jesús ∀maba es diferente a mi libro anterior: Solo un Jesús marica puede salvarnos. Creo que hace un énfasis mayor en temas políticos y sociales como el auge de la ultraderecha —también dentro del colectivo LGTBIQ, aunque en menor medida—, las familias LGTBIQ, la imposición de cuerpos normativos, la migración, el control al que somos sometides en aras de la seguridad… y estos temas nos afectan a todas, seamos cristianas, musulmanas, o agnósticas. Así que espero que muchas personas LGTBI se animen también a leer este libro.
¿No necesita quizá el lector tener un cierto conocimiento, primero del lenguaje interno del colectivo LGTBI y en segundo lugar un conocimiento cercano de la Biblia, en especial del Nuevo Testamento y del Evangelio de Juan?
En la introducción explico que este libro nació como una tesina, con la que acabé la licenciatura en Ciencias Religiosas en el Institut Superior de Ciències Religioses de Barcelona. Después de presentar la tesina pensé que sería una buena idea publicarla, sin embargo, tenía claro que quería dirigirla, como he dicho antes, a personas queer, y que tendría que hacer retoques para aproximarla a personas que no tienen conocimientos teológicos. La verdad que los retoques se convirtieron en una reelaboración casi total, que fundió la tesina con experiencias personales, y con lecturas de pensadores queer que me han influido personalmente como Paco Vidarte, Marcela Althaus Reid, o Paul B. Preciado (por poner tres ejemplos).
El libro está escrito en varios niveles, es decir que las personas que tienen un mayor conocimiento del Cuarto Evangelio, o las que conozcan el lenguaje y las problemáticas del colectivo LGTBI, seguro que aprecian otros matices. Pero el libro está escrito para que una persona, sin necesidad de todo eso, pueda leerlo y sacar sus propias conclusiones. De hecho, para las personas a las que les interese el Cuarto Evangelio, creo que es una buena forma de entender este escrito, y como puede ser actualizado. Y para las personas que no son, o no se identifican como Queer, para aproximarse a las experiencias de personas que quizás les cuesta entender, pero que en el fondo quieren lo mismo que ellas: vivir y ser felices.
En mis primeros contactos en teología, siempre identifiqué el discípulo amado con Juan el evangelista, o bien alguno de los miembros de su comunidad, dado los saltos temporales, e interpreté el silencio de su presencia o de su nombre, como expresión de humildad frente a futuros lectores. ¿Podría interpretarse así?
En cuanto a la identidad del Discípulo al que Jesús Amaba, como sabes hay muchas teorías: Juan uno de los doce discípulos (desde el s. II por ejemplo Ireneo), Juan el presbítero (s. II Papías de Hierápolis), Lázaro, un personaje netamente simbólico, la mujer samaritana… En mi libro no me centro en descubrir la identidad de este personaje, aunque hay una extensa bibliografía sobre el tema, de hecho mucho de lo escrito en español sobre este personaje tiene que ver con su identidad.
La interpretación que me propones no tiene tanto que ver con la identidad, sino con la razón del anonimato. Mi opinión, después de lo que he leído, es que los lectores a los que se dirige el Cuarto Evangelio saben quién está detrás del epíteto El Discípulo al que Jesús Amaba, es decir, que no es un personaje que se pretende se mantenga anónimo, o del que se tenga que esconder su identidad.
Muchos conocéis, o quizás os suena la comunidad de Qumram, (s. II a.C a s.I d.C.). Su fundador es llamado en los escritos que se han encontrado: El Maestro de justicia, así le llamaban los miembros de la comunidad de Qumram, que sabían a qué persona se referían con este epíteto. Y el nombre con el que se dirigen a él, tiene que ver con el valor más importante para esa comunidad, que era la Justicia. En la comunidad donde apareció el Cuarto Evangelio, su fundador sería el Discípulo Amado, y con este nombre se indican cuáles son los dos valores principales para esta comunidad: el discipulado y el amor.
De todas formas, hablo muy brevemente de esto en mi libro, porque no hago una lectura histórico-crítica del texto, sino narrativa, es decir, analizo las estrategias que el autor utiliza para construir sus personajes, sus diálogos, los espacios, etc.. para tratar de lograr su objetivo: que sus lectores crean en Jesús.
Por otro lado, el discípulo Amado parece ser el personaje central de tu libro, porque parece representarnos a todos los que estamos excluidos de la oficialidad, del primer plano, sin embargo al final resulta ser una pieza clave del mensaje. ¿Esto es así?
El Cuarto Evangelio está escrito a partir del testimonio de este discípulo, así se reconoce en los dos finales del evangelio. Aunque solo aparece en siete escenas del Cuarto Evangelio que son las que analizo y comento en mi libro. Es un personaje que sirve como modelo positivo a los lectores: un personaje que está dispuesto a seguir a Jesús, que tiene una intimidad con él que el resto no tiene, que vive su seguimiento de Jesús en comunidad, que no tiene miedo de quedarse solo si el resto de discípulos traicionan a Jesús, que se moverá en todo momento por amor a Jesús…
Pero pese a ser el modelo propuesto de seguimiento de Jesús, una característica de esa propuesta es el respeto a otros tipos de seguimiento que también aparecen en el Cuarto Evangelio. No se niega la identidad de los demás, de otros tipos de seguimiento, además las identidades aparecen siempre en construcción, identidades no acabadas, imperfectas, en movimiento… Y uno de los movimientos de esas identidades tiene que ver con el paso de lo oficial, de lo preconcebido, a lo real. El Discípulo Amado, por ejemplo, también parte en la primera escena de una concepción de quién era Jesús y que debía esperar de él como Mesías, sin embargo, es el primero en abrirse a otra comprensión de Jesús, y eso lo puede hacer porque se sabe amado por Jesús. Porque pone el amor por delante de las ideas preconcebidas que tenía sobre él. También por delante de la oficialidad.
¿La definición joánica de Dios como amor, poniendo centro de todo el cristianismo alrededor del amor universal con el único mandamiento de amar a Dios y al prójimo como sí mismo, el concepto que tú llamas queer, puede tener su raíz en las influencias esenias de donde se sospecha que pudo pasar Jesús la larga temporada de su vida oculta?
Mucho se ha escrito sobre las influencias esenias en Juan (el Bautista), y por tanto en Jesús, que pudo ser discípulo suyo. O en el Discípulo Amado. En mi libro no abordo este tema. Es cierto que si leemos el Primer Testamento, la imagen de Dios no se parece demasiado a la que nos presenta por ejemplo el Cuarto Evangelio. Pero es evidente que la idea de Dios como amor ya está presente en la tradición israelita: Yahvé oye el clamor de los hijos de Israel esclavizados en Egipto, los profetas presentan la relación de Yahvé e Israel como la de un marido y su esposa… Además ese amor se va abriendo poco a poco de un amor exclusivo hacia el pueblo de Israel, a un amor más universal.
Según el Cuarto Evangelio Dios ama al mundo, y esa fue la razón por la que envió a Jesús, para tratar de salvar al mundo. No se aleja demasiado de las muestras de cuidado y de amor de Yahvé hacia el pueblo de Israel en el primer testamento. Pero vemos aquí de forma más clara que el objeto de ese amor, y de la salvación, se abre a la universalidad. Hay que tener en cuenta también que el Helenismo llevaba siglos influenciando al judaísmo, y que la comunidad joánica hay que situarla en un contexto helenístico.
Es importante también indicar que en el Cuarto Evangelio no se hace énfasis en amar a Dios, el mensaje central de Jesús a sus discípulos, de hecho es el que les deja en su discurso de despedida, es que: permanezcan en el amor que Jesús les ha mostrado, que es el amor de Dios, que se manifiesta no amando a Dios, sino teniendo amor los unos por los otros. Luego la primera carta de Juan dirá aquello de que El que no ama no conoce a Dios porque Dios es amor. (1Jn 4,8).
Es cierto que el mandamiento es amar al hermano, es decir, a quienes forman parte de la comunidad joánica, pero el Cuarto Evangelio deja muchas pistas que indican que ese amor no debe limitarse a esa comunidad, sino que se dirige también a quienes están fuera: Hay muchos personajes que representan personas que creen en Jesús que no forman parte de la comunidad Joánica, como Simón Pedro o la madre de Jesús. Y es evidente que el amor también tiene que ver con ellos. O incluso con personajes que tenían diferencias religiosas con el judaísmo, como la mujer samaritana.
¿Qué dificultades te has encontrado a la hora de poder reinterpretar unos escritos entrecortados y dispersos (procedentes de tradiciones orales diversas), con varias versiones oficiales y no oficiales que nos vienen de una época y cultura lejanas y que han pasado por distintas traducciones, tradiciones y culturas hasta llegar a nuestros días y a nuestra sociedad concreta?
El Discípulo Que[er] Jesús ∀maba es un análisis narrativo del texto tal y como lo conocemos hoy. De hecho, excepto en uno o dos lugares donde he creído que era importante indicarlo, tampoco hablo de las distintas fases de elaboración del texto. Parto del texto tal y como lo conocemos hoy.
Hago aquí un inciso, no sé si lo sabéis, el extracto más antiguo que se conserva del Nuevo Testamento es un pedazo del Cuarto Evangelio, lo que se conoce como P52, y su datación puede variar entre el año 100 y 150 d.C. Es decir, de la época en la que se escribió este evangelio.
Sin embargo la mayor dificultad para mí han sido las diferentes traducciones castellanas del evangelio. Las traducciones son interpretaciones, -algo que, en mi opinión, hace bastante absurdas las aproximaciones literalitas- y en algunos lugares tienen diferencias que considero relevantes. En el libro explico por ejemplo como algunas conocidas traducciones reinterpretan el texto en el que el Discípulo Amado descansa con la cabeza puesta sobre el seno de Jesús. Al ir al texto griego observo que el hecho de que se diga que Jesús amaba a este discípulo, no supone actualmente mucho problema, pero la posición de intimidad, el contacto entre Jesús y el Discípulo Amado sí. Algo que lleva a traducciones inverosímiles, que acaban por hacer perder el sentido de lo que la escena pretende transmitir. La homofobia en este caso, como en otros, es un elemento que está presente en la mayoría de traducciones. Así que es importante ir siempre al texto original en griego, a mí me ha ayudado las traducciones interlineales de la Biblia.
¿Crees que nuestra sociedad actual, tecnológica, científica, interconectada por los medios y envuelta en graves problemas sociopolíticos muchas veces crueles e inhumanos que se consienten a nivel internacional está abierta a escuchar este tipo de mensajes que implican una fe en un personaje, Jesús, que al final es un gran desconocido, como lo es quizá el mismo hombre? ¿Está abierta a cualquier tipo de fe, dentro o fuera de unas religiones organizadas?
Pienso que el texto bíblico no es propiedad del cristianismo, sino que es parte esencial de la construcción de nuestras sociedades. No creo que solo podamos reflexionar sobre este texto presuponiendo que las personas que nos escuchen sean cristianas. En ningún momento niego desde donde leo yo el Cuarto Evangelio, creo que es lo más honesto, pero no pretendo convertir a nadie, o hacerle llegar a una fe en Jesús.
Por otro lado no creo, como algunos dicen, que en nuestra sociedad se ha perdido la fe. Creo que la fe sigue presente, ahora esa fe ya no se dirige a unas determinadas estructuras religiosas, se dirige por ejemplo a populistas que nos dicen que los problemas complejos que nos rodean se pueden resolver fácilmente, a quienes nos dicen que comprando constantemente seremos felices, o que el individualismo es la fuente de la felicidad, que la solución a todos nuestros problemas es encontrarnos a nosotros mismos… El problema que veo es que se es muy crítico -y con razón- con algunas fes, y muy poco con otras.
Aunque debamos poner bajo sospecha cualquier fe, creo que debemos utilizar todos los elementos que contienen para analizar las situaciones que estamos viviendo, y sus propuestas para liberarnos. Mi libro es una de esas propuestas.
¿Ha ido evolucionando tu mensaje a lo largo de los años?
Sí, y hay dos lugares donde creo que ese cambio es mayor.
El primero es que antes pensaba que era mejor callarse algunas cosas, no entrar en conflicto con otros cristianos para desde el diálogo ir avanzando en la inclusión de las personas queer. Pensaba que al visibilizar nuestras experiencias, la empatía haría cambiar la postura de las comunidades cristianas. Pero eso no es así, hay personas que tienen esa capacidad de empatía, pero la mayoría solo tratan de defender su posición, sus verdades de toda la vida. Así que ahora soy más directo.
Por otro es que la persona queer a la que me dirijo ya no es únicamente objeto de discriminación, sino que la ejerce. Y que es necesaria también una crítica dentro del colectivo. Una crítica como la que hacía el gran Paco Vidarte, no podemos luchar contra la homofobia, sino es dentro de otras luchas en contra de cualquier tipo de discriminación. No solo somos LGTBIQ+, también necesitamos, por ejemplo, una sanidad pública de calidad que permita detectar de forma precoz un tumor.
¿Cómo nos resumirías para el mundo de hoy tu mensaje en este libro?
Lo que he pretendido es, a partir de un análisis narrativo del Cuarto Evangelio, tratar de aproximar a los lectores al mensaje y a las estrategias que utiliza el autor para hacer llegar su mensaje a personas del siglo I que no somos nosotros, y con nosotros, no me refiero a personas queer, sino a cualquier persona del siglo XXI. Un mensaje que no estaba pensado para nosotras, no es sencillo traer ese mensaje a nuestra realidad.
Pero he tratado en todo momento de contextualizar ese mensaje con experiencias personales, con reflexiones de personas queer que tengo alrededor, o que he podido leer o escuchar en algún momento, para que las lectoras entiendan mejor cuál es el mensaje de este evangelio. A partir de aquí, cada lector determinará si esta contextualización le interpela en algo.
O quizás, lo que he hecho, como dice un buen amigo mío, es analizar la realidad queer que yo conozco, los problemas sociales que afectan a nuestro entorno, a partir del análisis de un texto bíblico. Probablemente, no lo sé, sea esto, porque desde siempre analizo la realidad que me envuelve, a partir del texto bíblico.
Carlos Osma
Entrevista realizada por Gonzalo Carbonell
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