Cuando se legalizó el matrimonio igualitario en Canadá decidimos formalizar nuestra unión. Raquel, mi pareja, quería una celebración de tipo religioso. Unas amigas nos hablaron de la Iglesia y decidimos pasarnos por allí. Cuando llegamos, lo que más nos llamó la atención fue ver a mujeres dando la comunión y ese mismo día, era una mujer la que oficiaba. Nos llevó algunos meses el quitarnos ciertos prejuicios. Nos sentíamos extrañas pues todo era tan abierto e inclusivo.... Era bastante chocante; el servicio, la participación, las canciones tan llenas de vida, la alegría, la sensación de unidad...
“Me gustaría que las iglesias se transformaran en lugares de aceptación e inclusividad para todxs"
Cuando se legalizó el matrimonio igualitario en Canadá decidimos formalizar nuestra unión. Raquel, mi pareja, quería una celebración de tipo religioso. Unas amigas nos hablaron de la Iglesia y decidimos pasarnos por allí. Cuando llegamos, lo que más nos llamó la atención fue ver a mujeres dando la comunión y ese mismo día, era una mujer la que oficiaba. Nos llevó algunos meses el quitarnos ciertos prejuicios. Nos sentíamos extrañas pues todo era tan abierto e inclusivo.... Era bastante chocante; el servicio, la participación, las canciones tan llenas de vida, la alegría, la sensación de unidad...