Me parece evidente que las
iglesias deberían ser abanderadas de la lucha por la justicia y la
dignificación de las personas que son oprimidas en nombre de la
heteronormatividad, el binarismo de género y el patriarcado. Sin embargo, para
muchas de ellas, estas tres ideologías han sido disueltas de tal manera en sus
estructuras, que las confunden con el evangelio mismo y son incapaces de
extirparlas de su seno por miedo a perder su esencia. Hago aquí un inciso para
indicar lo perverso que ha llegado a ser un cristianismo que entiende que estas
tres ideologías son parte esencial del evangelio, y está dispuesto a pasar por
encima de la vida de tanta gente para defenderlo. Ante esta visión
completamente alejada del evangelio de Jesús, estas iglesias perciben a las
personas LGTBIQ, a los colectivos que las apoyan, y a los poderes políticos que
legislan en favor de toda la población (también LGTBIQ), como una amenaza. La mentira os dará poder
Me parece evidente que las
iglesias deberían ser abanderadas de la lucha por la justicia y la
dignificación de las personas que son oprimidas en nombre de la
heteronormatividad, el binarismo de género y el patriarcado. Sin embargo, para
muchas de ellas, estas tres ideologías han sido disueltas de tal manera en sus
estructuras, que las confunden con el evangelio mismo y son incapaces de
extirparlas de su seno por miedo a perder su esencia. Hago aquí un inciso para
indicar lo perverso que ha llegado a ser un cristianismo que entiende que estas
tres ideologías son parte esencial del evangelio, y está dispuesto a pasar por
encima de la vida de tanta gente para defenderlo. Ante esta visión
completamente alejada del evangelio de Jesús, estas iglesias perciben a las
personas LGTBIQ, a los colectivos que las apoyan, y a los poderes políticos que
legislan en favor de toda la población (también LGTBIQ), como una amenaza.

