El Día del Orgullo: Valentía, esperanza y empatía

La palabra orgullo es definida por el diccionario (1) como un “exceso de autoestima que nos hace creernos superiores a los demás”. Una idea que se aleja del mensaje que Jesús predicó y contra el que en muchas ocasiones, quien más y quien menos, ha tenido que luchar. Pero en este mismo diccionario encontramos otra acepción: “sentimiento legítimo de la propia dignidad, un orgullo justo y noble”. Y es con este concepto de orgullo, que entronca directamente con el mensaje cristiano, con el que muchas lesbianas, gays, transexuales, bisexuales, (lgtb) y heterosexuales, saldrán a la calle en las manifestaciones del Orgullo lgtb que recorrerán nuestras ciudades más importantes el próximo fin de semana.

El Día del Orgullo tiene su origen el 28 de Junio de 1969 en el pequeño bar Stonewall, en Nueva York. Un local de encuentro homosexual, llevado por un puñado de mafiosos, y que permanentemente estaba sometido al chantaje de la policía que cobraba por hacer la vista gorda. Pero aquella noche, quizás porque no habían cobrado, o porque querían un aumento de la cuota, hubo una redada.

Dicen que no se sabe cuál fue la razón por la que, las hasta entonces sumisas víctimas, explotaron de rabia contra la policía, quizás los gritos de una lesbiana a la que un agente golpeaba la cabeza. Pero lo que ocurrió es que, en cuestión de momentos, los homosexuales se enfrentaron contra la policía: se levantaron barricadas, se lanzaron ladrillos y piedras, se incendiaron contenedores….quedando la policía acorralada dentro del bar. Los disturbios continuaron las noches siguientes hasta la madrugada del dos de julio.

Aunque los periódicos recogieron la noticia con ironía: “redada en un nido de maricas, las locas atacan locamente”, muchos homosexuales se concienciaron en aquel momento de que era posible la acción colectiva de gays y lesbianas para luchar contra la opresión. Este fue el origen de un nuevo movimiento de liberación lgtb, movimiento que con el tiempo transmitiría el sentido de la dignidad a innumerables personas de todo el mundo (2).


En nuestro país la primera manifestación del Orgullo, entonces llamado “Jornada de lucha por la liberación de gays y lesbianas”, tuvo lugar el 28 de Junio de 1977 en las Ramblas de Barcelona. Una época de euforia y también de incertidumbre para los ciudadanos que deseaban una sociedad más libre y más justa. Sólo dos semanas antes, el 15 de Junio, se realizaron las primeras elecciones libres en España desde febrero de 1936. Faltaba más de un año para que la Constitución Española fuese definitivamente ratificada.

La manifestación organizada por el entonces ilegal Front d’Alliberament Gai de Catalunya reunió a unas 6000 personas que pedían el fin de la Ley de Peligrosidad Social por la que, todavía en aquel momento, los homosexuales eran procesados en nuestro país. Fue un día en el que por vez primera, y a cara descubierta, los homosexuales se atrevieron a ser protagonistas de su propia vida, arropados por muchos heterosexuales que con valentía salieron a defender una causa que era justa.

Aquella marcha por la libertad en las Ramblas, que fue recogida por muchos periódicos de todo el mundo, estaba encabezada por los más marginados dentro de los colectivos glbt: transexuales y travestis. Y esa es la foto con la que se recuerda aún hoy aquella marcha. Pero para la mayoría de homosexuales aquello fue un problema, puesto que esa imagen no era la que querían dar a una sociedad que les rechazaba. De alguna forma sentían que los transexuales y travestis no tenían nada que ver con ellos, además representaban el estereotipo homosexual que la sociedad española despreciaba y que era preciso romper en aras de la normalización. En palabras Ampar Pineda, que estuvo en aquella manifestación: “Fuimos inmaduros y poco consecuentes. Fuimos injustos con los transexuales y travestis, miramos mal a los que consideramos que están por debajo de nosotros.”. Además de pedir perdón al colectivo transexual y travesti, esta feminista y activista lesbiana reconoce que: “Los travestis y transexuales ayudaron a romper los esquemas heterosexistas que todavía tenían los grupos feministas. La reflexión sobre la transexualidad fue una revolución del pensamiento. ¿Qué quiere decir ser mujer? ¿Qué peso tiene el cuerpo en esta identidad?”.

Aquel día del 77 terminó con cargas policiales contra los manifestantes que produjeron algún que otro herido. Hubo además muchos detenidos, entre ellos el Doctor Oriol Martí, que fue torturado por la policía aun siendo heterosexual. A pesar de eso él mismo afirma: “Hice bien en ir a esta manifestación para poder luchar a favor de los derechos inalienables de los homosexuales”.

Otra de las protagonistas de aquella manifestación fue la fotógrafa Colita, que al intentar escapar de la policía, con algunos manifestantes más, entró en una iglesia en la que en ese momento estaban oficiando una misa. No se muy bien la razón por la que al final tuvieron que salir y enfrentarse a los golpes de la policía, pero lo que parece muy claro es que en aquella iglesia no pudieron ponerse a salvo. Pensaba mientras Colita lo explicaba, que era paradójico el hecho de que ha sido más fácil vencer la violencia de la policía, que ahora nos protege, que humanizar las oraciones y los sermones de algunos cristianos, que todavía hoy, nos agreden.

Con todo este pasado atrás, y gracias a la valentía y el trabajo realizado por muchas personas que han luchado por una sociedad más decente, el próximo sábado se celebrarán en varias ciudades del mundo las manifestaciones del Orgullo lgtb. En ellas se reunirán millones de personas para reivindicar: que la equiparación de derechos entre homosexuales y heterosexuales, que ya ha tenido lugar en países como Bélgica, Países Bajos, Argentina, o España, sea una realidad para todos los ciudadanos del mundo.

Hay muchas formas de poner nuestro grano de arena por la normalización, desde asistir a las manifestaciones del Orgullo, hasta potenciar el valor de la diferencia en nuestro día a día. Como cristianos no veo otro lugar posible para nosotros que el de ponerse al lado del discriminado, y no para mirarlo desde arriba, sino para construir un mundo más justo por el que muchas personas han luchado, y siguen luchando cada día. Si lo deseas, ora hoy con nosotros, para que todas las personas lgtb de todo el mundo puedan tener un “sentimiento legítimo de su propia dignidad”.



Carlos Osma


(1)     Giralt, J. “Diccionari manual de la llengua catalana”, Barcelona 1998.
(2)     La información sobre lo ocurrido en Stonewal ha sido tomada de: Herrero, J.A. “La sociedad gay. Una invisible minoría”. (Madrid; Editorial Foca, 2001), pp. 279-282.
(3)     Revista Zero, 98. Madrid 2007.

Nota: Los comentarios que cito de Ampar Pineda, Oriol Marí y Colita, fueron recogidos en un acto organizado por la Coordinadora gay-lesbiana, que se realizó en Barcelona el pasado 14 de Junio, para conmemorar los treinta años de la primera manifestación homosexual en España.

Publicado en la Revista Lupa Protestante en Junio del 2007



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