Islam o evangelicalismo: ¿Quién necesita a Lutero?
Leo en un conocido medio de
comunicación evangélico que el Islam necesita un Lutero musulmán. Y
sinceramente me quedo sin palabras. Otra vez, como siempre, se habla de
generalidades que se desconocen o que no se quieren conocer. Es la táctica de
meter todo en el mismo saco, el saco de los prejuicios, para mostrar el mundo tal
y como nosotros queremos que sea, y evitar mostrarlo tal y como es.
El Islam es una religión
fundamentalista como lo era el catolicismo en la época de Lutero, es el mensaje
bien clarito que pretenden transmitirnos. Así de un solo golpe, se ataca al
Islam, al catolicismo y se exalta la modernidad y la apertura de las iglesias
evangélicas. Así, dirigiendo la palabra fundamentalista (que en el ámbito
religioso se aplica a las iglesias evangélicas) hacia los otros, los que no
conocen a nuestro verdadero y único Dios, se pretende parecer progre,
equilibrado, o incluso colaborador con el sistema democrático que vivimos en
Occidente.
Vaya engaño, y que falta de
respeto hacia otras tradiciones religiosas. Un evangélico le dice a los
musulmanes que es lo que necesitan para no vivir una religión opresiva como lo
era (y supongo que aún piensa que lo es), el catolicismo. Más valdría ser un
poco más humilde y decidirse a valorar y dar a conocer los movimientos
progresistas que desde el Islam se están dando, en vez de levantar la pluma
para decirles lo que tienen que hacer. Este país no sería el que es, si cristianos, judíos y musulmanes no lo hubieran construido. Por favor, un poco
de conocimiento del lugar donde se vive. Vayan a la historia de España, y
encontrarán el ejemplo de cientos de musulmanes españoles que han aportado más
al avance de nuestro país en temas como la libertad de expresión o el diálogo
interreligioso, de lo que han podido hacer los evangélicos que apoyan un medio
de comunicación como el que recoge esta noticia.
Me siento en las antípodas del
islamismo radical que construye un mundo donde la única verdad es la suya, y
que obliga a las personas a vivir bajo los dictados de unos “iluminados” que
poseen la lectura correcta del Corán. No comparto los principios del
catolicismo integrista, ni las políticas opresivas del catolicismo oficial.
Pero estoy también alejado del fundamentalismo evangélico que se ha instalado
en nuestro país como el representante oficial de las iglesias evangélicas. No hay
más voces que le hagan sombra, ni siquiera que pretendan hacérselo, a lo sumo
las de unas cuantas personas que construyen desde fuera de las estructuras
religiosas evangélicas.
Las iglesias evangélicales en
España no han tenido ningún Lutero, por eso no se parecen en nada al
protestantismo europeo. El evangelismo fundamentalista que recorre cada rincón
de las instituciones evangélicas no tiene nada que ver con la libertad de
conciencia que Lutero exigía para cada creyente. Es un evangelismo americano, más
bien tejano, que ensalza el literalismo bíblico, la moral conservadora, y la
sumisión a profetas iluminados o instituciones impuestas. Por eso no tiene ningún
beneficio para nuestra sociedad, y mucho menos para la democracia, de la que sólo
echa mano cuando puede sacar algo de provecho, pero que bien poco practica y
promueve.
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