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Mostrando entradas de abril, 2014

Te acepto como mi compañero para siempre

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Barcelona, Diciembre de 2007 Es sábado por la tarde y para las fechas en las que estamos no es un día excesivamente frío. Llevo zapatos, vaqueros, camisa y americana; y ahora estoy buscando en el baño alguna crema y un perfume. Manel entra para avisarme de que Lluís, Georgina y Carmen han llegado. Está guapo, pienso al verle, y le digo que salgo en dos minutos. En estos tres años no sólo hemos cambiado de piso, también hemos cambiado nosotros. No sé si hemos madurado, si nos hemos cansado de pedir disculpas por amarnos, o las dos cosas, pero ya no vamos pidiendo aceptación, ya no hay secretos ni autocensuras. Hemos aprendido que para poder vivir felices tenemos que rodearnos de la gente que nos quiere de verdad y a la que nosotros queramos tal y cómo es. Todo lo demás ya sabemos que no nos lleva a ningún sitio, y no queremos perder más el tiempo. Hay personas a quienes nos ha dolido perder, pero es mejor así, es demasiado cansado vivir con sus normas y la homofobia de la que

¿Qué Cataluña se decidirá en la consulta?

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Hace unos meses el Parlament de Catalunya hizo una petición al Congreso de los Diputados de Madrid para que la Generalitat tuviera las competencias necesarias para convocar una consulta en la que los catalanes y las catalanas expresaran democráticamente si querían seguir formando parte o no del Estado Español. La CUP, uno de los partidos a favor del derecho a decidir en Cataluña, no votó favorablemente a esta petición porque pensaba que el Parlament no necesitaba el “visto bueno” del Congreso. Aún así, la mayoría del Parlament envió tres diputados para defender la posibilidad del traspaso de esta competencia. Ayer la respuesta a la petición, como todo el mundo esperaba, fue un rotundo “ No” . El Congreso no está a favor de que las catalanas y los catalanes decidan sobre su futuro. Es posible que la CUP tuviera razón y haya sido un error malgastar tantas energías en algo que desde el principio era imposible. O quizás tenían razón el resto de partidos catalanes por el d

El fantasma del fundamentalismo

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Cada vez es más preocupante la identificación que se hace entre religión y fundamentalismo. Un proceso que en algunos lugares como en nuestro país, o más aún en nuestras iglesias evangélicas, parece ya imparable. Tanto es así, que las personas que no comparten los principios fundamentalistas, son vistos como creyentes que se han dejado arrastrar por las ideas y las formas de vivir de su entorno, o directamente como falsos cristianos. En el libro Cristianismo y Liberación [1] , Juan Martín Velasco nos recuerda que el fundamentalismo es sólo una forma determinada de cristianismo, que aparece como resistencia a la modernidad y a las consecuencias que esta trae consigo. Y es que a finales del siglo XIX ocurren una serie de cambios, en el conocimiento humano y en la sociedad, que producen un fuerte impacto en la visión que tradicionalmente había tenido el cristianismo: aparece una nueva forma de ver la realidad, la historia y la moral gracias a los descubrimientos científicos,