Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2009

¿Hacia dónde vamos?

Imagen
El movimiento, o mejor dicho, los movimientos de cristianos homosexuales en nuestro país están ante una encrucijada. No hay que ser muy listos para darse cuenta de que algunos caminos ya están agotados, y otros se han quedado cortos para responder a las nuevas circunstancias en las que vive el colectivo LGTB, y que nada tienen que ver con las de hace sólo una década. Por eso urge buscar y encontrar otras estrategias que partan de nuestras propias necesidades, y no seguir encallados intentando transformar unas estructuras cristianas heterosexistas, y a menudo homófobas. Se ha trabajado mucho, y se ha conseguido avanzar. Hemos logrado visibilidad, y concienciar a muchos creyentes de lo alejado que está del evangelio la discriminación por orientación sexual. Ahora no estamos ni solos, ni escondidos, y aunque debemos valorar lo conseguido y seguir utilizando parte de las energías en la transformación de nuestras comunidades, nos estaríamos engañando si pensamos que la normalización s

Ética Marica

Imagen
En enero de 2008 moría en Madrid Paco Vidarte, el filósofo, escritor y activista español más importante de la última generación de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTBQ). Vidarte ha sido, y todavía es, un profeta de esta comunidad. Y como cualquier profeta de los de verdad, su mensaje desestabilizador desborda el contexto que lo originó para interpelar otros muchos contextos particulares. Su última obra: Ética marica, es buen ejemplo de ello. Muchos le han criticado porque utilizaba un lenguaje políticamente incorrecto que hacía reír a unos, enfadar a otros y escandalizar al resto. Pero aunque pueda ser cierto, no lo es menos que con ese lenguaje decía verdades como puños. Y si no, vaya esta reflexión como ejemplo: “No basta con ser negro, bollera, parado, trans, proleta, sin techo para poder pasar del resto de la gente porque bastante tenemos con ser negros, pobres, maricas como para preocuparnos por los demás... Que te pisen el cuello por maricón no es justificación