¿Qué tendrá el cristianismo para generar tanto odio?



Viendo las marchas violentas, los gritos, condenas e insultos de miles de franceses que se oponen al matrimonio igualitario; las acciones vandálicas de una minoría que lanza piedras, palos o cócteles molotov contra la policía, o que directamente pegan una paliza a dos jóvenes que paseaban dándose la mano por las calles de París; uno se pregunta que tendrá el cristianismo que es capaz de dar cobertura ideológica a muchas de las personas que han participado en toda esta espiral de intransigencia y estupidez.

Sí, al final uno se llega a hacer estas preguntas, y no de forma retórica, sino intentando buscar una respuesta que aporte algún sentido. El cristianismo a nivel oficial en la mayoría de países, y casi de manera unánime, ha enarbolado la bandera de la discriminación, construyendo un discurso falso y sectario basado en una comprensión del ser humano y la sexualidad completamente arcaica. Y así, más que animar a construir una sociedad más justa, las comunidades cristianas han optado por amparar a quienes estigmatizan y excluyen. ¿Por qué? ¿Qué hay en el cristianismo que como en otras muchas ocasiones, se posiciona en contra de la dignidad, del respeto y la felicidad de las personas?


Sé muy bien que la fe cristiana es capaz de sacar lo mejor de cada uno, de ayudarle a superar todo tipo de opresiones para vivir de una manera libre y plena. Soy consciente también de que está repleto de ejemplos de personas que hacen todo lo posible para ayudar a otras, incluso sin conocerlas. En su ADN está la fe en un Dios padre/madre de todos, y que por tanto nos hace hermanos y hermanas. El cristianismo muestra a un Dios que se sitúa al lado de quienes son capaces de amar sin condiciones, que acompaña a los que no hacen distinción de personas y quieren vivir en plenitud. Si no fuera así, probablemente hubiera perdido la fe hace ya mucho tiempo.

Pero esto no me impide preguntarme que tiene también escrito en su ADN para que miles de madres y padres que esta noche hablarán del amor de Dios a sus hijos e hijas antes de irse a dormir, donen dinero a misiones evangélicas en Uganda que presionan al gobierno para que las personas lgtb sean condenadas a cadena perpetua o a la pena de muerte. Hasta aquí, hasta las últimas consecuencias, es hasta donde el cristianismo está dispuesto a llegar para no aceptar la diversidad. ¿Por qué? Con toda sinceridad, no lo puedo entender, no comprendo que hay en su esencia para que no le importe todo el sufrimiento que generara.


Una vez escuché que tener fe en un Dios que necesitó el sacrificio de su propio hijo, hace que la fe cristiana necesite siempre sacrificios. Y que cuando no los hay, los genera. ¿Necesita el cristianismo que las personas lgtb sean hoy sus chivos expiatorios? Aunque si esto fuera así, ¿por qué el colectivo lgtb y no otro? ¿Por qué no quienes se erigen en conocedores de la voluntad de Dios, sin ni siquiera saber interpretar un texto bíblico de forma crítica? ¿Por qué no quienes son ricos, o no han movido un dedo en su vida para ayudar a otros? ¿Y qué decir de los banqueros avariciosos, o de los gobiernos que los protegen? ¿Qué tienen las personas lgtb para que el cristianismo haya decidido demonizarlos y arrinconarlos? No tengo respuesta.

Uno de los riesgos que corren los niños y niñas que se van a dormir con el convencimiento de que Dios los ama, es descubrirse lgtb. En ese momento aprenderán que ese mensaje tan universal no tiene nada que ver con ellos, porque ellos no son parte del mundo heterosexual al que sus madres y padres cristianos pertenecen. La gran misión dada a las mujeres y los hombres que siguen a Jesús es predicar a todo el mundo que Dios les ama, excepto a sus hijos e hijas lgtb, a los que enseñarán que Dios los desprecia y rechaza. ¿Qué hay en el mensaje de Jesús para que una madre decida no volver a relacionarse con su hijo, o para que un padre no vuelva a abrazar a su hija? ¿Qué hay en el cristianismo? ¿Por qué estas decisiones se toman apelando al Dios de Jesús? ¿Y porqué las Iglesias acogen a quien discrimina y rechazan al discriminado?

Algunos dicen que la razón no está en el cristianismo en sí, sino en sus estructuras. Estas han perdido la frescura que hace ya muchos siglos les permitía dar respuestas rápidas y bien reflexionadas para adaptarse a los cambios lentos que se daban en la sociedad. Hoy en día el ritmo vertiginoso al que la sociedad moderna y posmoderna nos avoca, no puede ser seguido por las Iglesias, por eso han acabado por encerrarse en sus templos cada vez más pequeños para no tener que enfrentarse a la realidad de que ya no tienen capacidad de decir nada significativo. Si las sociedades modernas tuvieran que vivir con las normas y el funcionamiento que proponen las iglesias, estaríamos retrocediendo en el tiempo más de dos siglos.

Pero no tengo yo claro que las iglesias hayan renunciado a su capacidad de influir en la sociedad. Por mucho que están en clara desventaja, es evidente que no se resisten a perder el poder sobre la vida de hombres y mujeres que tenían antaño. El enfrentamiento en el tema del matrimonio igualitario, como en el de otros temas, tiene más que ver con una muestra de capacidad de influencia, de intento de imponer por la fuerza a toda la sociedad los propios principios (que no se han reflexionado suficientemente, basta escuchar sus discursos), que de predicación del evangelio. En la mayoría de ocasiones las actitudes suenan a pataleta de matón destronado.

Muchas veces me digo que la homofobia, transfobia y bifobia que traspasa el mensaje cristiano mayoritario, tiene poco que ver con Jesús. Todo este miedo, ignorancia y rigidez no tiene nada de cristiano si nos atenemos a las palabras de Jesús: “por sus frutos los conoceréis”. Y los frutos que conocemos de estas lacras son como poco dolorosos y como mucho letales. Pero aunque la homofobia la trajesen los cristianos de casa, sigo sin entender por qué el mensaje de Jesús en vez de llevarles a la reflexión y el arrepentimiento, les anima a seguir en sus trece. ¿Es el odio más poderoso que el mensaje de amor del cristianismo? Muchas veces, parece que sí.

¿Qué tendrá el cristianismo para que quienes nos odian puedan utilizarlo contra nosotros? ¿Cómo será el Dios de los cristianos que defienden que no nos ama tal y como somos? ¿Cómo será el amor que predicó Jesús, si no es válido cuando lo dirigimos hacia una persona de nuestro mismo sexo? Seguiría con cientos de preguntas que me vienen a la cabeza mientras me entero que el hashtag MortAuxGay (Muerte a los gays) ha sido Trending Topic en Twitter, y supongo que algunos lo han compartido para defender el matrimonio como Dios manda.


Carlos Osma

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Aqui y ahora en Francia vivimos una temporada muy dura para las personas LGBTI y sus familias y aliados. Gracias por pensar en nosotros, ya que ninguna de las iglesias francesas ha sido capaz de denunciar este nivel de violencia verbal y fisica. Con el Carrefour de Chrétiens Inclusifs (Plataforma de lxs cristianxs inclusivxs) intentamos alcanzar a cada quien pueda sentirse aislado espiritualmente en este momento. Rezaremos por vosostrxs en nuestra convivencia anual del 9 al 12 de mayo de este ano. Soli Deo Gloria.

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