Amina Tyler:¿Puede o no puede una mujer?
Era viernes por la mañana cuando Amina Tyler se puso unos vaqueros, una camiseta, y algo de gomina en el pelo. Ante la mirada atónita de las personas que la veían pasar, se dirigió a la mezquita más próxima a la hora en la que cientos de hombres postrados se disponían a orar. Sin darles tiempo para reaccionar, puesta en pie, les preguntó: ¿Qué le está permitido hacer a una mujer? De inmediato ellos empezaron a discutir unos con otros, pensando que podían hacer con ella por haberse atrevido a saltarse las normas más básicas de convivencia, y por no respetar y aceptar el lugar que Dios le había asignado. Unos querían apedrearla, otros encarcelarla, sin embargo los que se consideraban más tolerantes le preguntaron: ¿Por qué te atreves a profanar de esta manera la casa de Dios? ¿Por qué te diriges de una manera tan inapropiada a quienes Dios ha puesto sobre ti? ¿Y por qué lo haces con la cabeza descubierta como si fueras un hombre? Tras escucharlos, Amina se rasgó la camiseta